19 julio, 2008
Al otro lado del espejo 
Alicia Sánchez Camacho ha dado un paso de giganta para 'normalizar' al PP en Cataluña. Era el huevo de Colón. Bastaba negarse a firmar el Manifiesto por la Lengua Común para recibir el agradecimiento de Montilla, ese advenedizo que maltrata el catalán cada vez que habla, según los nacionalistas catalanes en general y Felip Puig en particular. Ella se apuntó a la confusión de las preposiciones en la que han incurrido todos los detractores del Manifiesto y, después de explicar dicho texto en los términos que no son, explica su no razón:
"Yo he defendido, defiendo y defenderé el derecho a usar y a aprender el castellano en Cataluña, pero no firmaré el manifiesto, no es necesario".
Como si fuera necesaria su presencia en la vida política catalana o española, por poner un ejemplo. Los padres que quieran que sus hijos tengan el castellano como lengua vehicular de sus estudios en Cataluña ya saben lo que pueden esperar de Alicia Sánchez Camacho. No entendrán por qué Rajoy sacó el asunto a colación durante su debate electoral con Zapatero, si después iba a encargar a Alicia la gestión del asunto.
No se crea con esto que la nueva presidenta del PPC estuvo obsecuente con el Gran Xarnego, no. Ella se las tuvo tiesas frente al president y le exigió la tercera hora del castellano. Su augusto interlocutor respondió que no invadiera competencias catalanas y que convenza a la dirección de su partido para que retirase el recurso contra el Estatut. El País lo cuenta así:
"El presidente catalán, José Montilla, agradeció ayer a la líder del PP en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, que no haya firmado el manifiesto en favor del castellano avalado por la dirección nacional del PP. Por su parte, Sánchez-Camacho pidió a Montilla que cumpla el auto sobre la tercera hora de castellano. Montilla le respondió que se trata de una cuestión que invade una competencia catalana.
En la primera entrevista con el presidente de la Generalitat que ha tenido la nueva presidenta del PP en Cataluña (Sánchez-Camacho fue designada hace dos semanas), ésta trasladó también a Montilla que su partido quiere un sistema de financiación que pueda ser asumido por todas las autonomías.
Montilla le pidió a la líder del PP que interceda ante la dirección estatal de su partido para retirar el recurso contra el Estatuto, pero Sánchez-Camacho le contestó que no pensaba hacerlo."
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Otro contramanifiesto
Feroz envía un contramanifiesto sobre la cuestión linguística publicado en Público, valga la redundancia. Nada nuevo: sobrecarga calificativa y versión libre para la prensa del Régimen de lo que el Manifiesto no dice. Se reproduce una muestra suficiente y unas palabras claves. Los viciosos de la inmersión
pueden encontrarlo entero aquí.
Un grupo de catedráticos y profesores de varias universidades constata que el castellano, lejos de estar en peligro, mantiene tales ventajas sobre el catalán, el gallego y el euskara que su exacerbada defensa sólo puede tener un móvil ideológico.
nacionalismo lingüístico español
un Estado que presume de su condición democrática.
particular insistencia y frente a toda evidencia
una oposición cerril
Quienes defienden que el castellano es superior, natural y útil olvidan su imposición
Para el nacionalismo lingüístico español la lengua castellana es superior, cómoda, fácil y útil, virtudes todas ellas que son siempre el producto de circunstancias naturales, nunca de la imposición y la represión. Las lenguas de los demás son, por el contrario, molestas, arcaicas, antieconómicas y francamente prescindibles.
Al tiempo que la defensa del castellano se ajusta por definición a un impulso democrático, la de las restantes lenguas responde cabe entender a espurios y cavernarios intereses marcados por esa felonía que identifica el Manifiesto por la lengua común; si en las segundas se revelan por doquier los espasmos negativos de los nacionalismos, por detrás de la primera no habría, en cambio, nacionalismo alguno.
aplicadas a menudo con saña y violencia han beneficiado de siempre al castellano
rancias instituciones,
la defensa obscena de privilegios
la ritual demonización
fascistas y totalitarios. Que semejante campaña sea atizada, en suma, desde medios de comunicación y cenáculos de la derecha más montaraz dice mucho de su sentido más profundo.
Firmantes:
Carlos Fernández Liria profesor de Filosofía UCM
Montserrat Galcerán catedrática de Filosofía, UCM
Pedro Ibarra catedrático de Ciencias Políticas, UPV
Juan Carlos Moreno Cabrera catedrático de Lingüística, UAM
Arcadi Oliveres profesor de Ciencias Políticas, UAB
Jaime Pastor profesor de Ciencias Políticas, UNED
Carlos Taibo profesor de Ciencias Políticas, UAM
En una primera aproximación cabe pensar: ¡Cómo está la Universidad española!, aunque cabe una intepretación menos pesimista: los firmantes fueron educados en lenguas cooficiales y la lengua franca les resulta un poco extraña. El Manifiesto sólo quería que los padres pudieran, si ése era su deseo, elegir como lengua vehicular para la educación de sus hijos la misma lengua que ellos han elegido para escribir esto.
Publicado por Santiago González en
7:11 AM